domingo, 24 de octubre de 2010

Empieza la temporada de asfalto; 10000 42 y pico

Como quien no quiere la cosa ya hemos llegado al 10000 de Castellón y con él empieza una fase complicada del año. Me explico; los próximos objetivos claros son dos, la Maratón de Espadán con la subida al pico que da nombre a la prueba y, miedo me da, la Maratón de Castellón, objetivo éste que me ilusiona de manera creciente pero que también me acojona en la misma dirección. De momento los entrenamientos siguen claramente enfocados hacia la montaña; no podría ser de otra manera y no lo será. La montaña es y será siempre el objetivo principal a la hora de seguir en este mundo de las carreras. Pese a ello creo que la propia inercia de la preparación que voy desarrollando debe implicar de manera inevitable mejoras también en el mundillo este de la Senda Negra. Por todo ello durante la semana, aunque para el domingo salía con la clara intención de salir a disfrutar en la medida de lo posible del hecho de rodar por el centro de mi ciudad en compañía de unos cuantos cientos de amigos, conocidos o, simplemente, colegas de la locura del running, había notado una creciente inquietud por el resultado de esta nueva incursión en el mundo del asfalto, imagino que sobre todo porque era la piedra de toque para calibrar la verdadera medida de mis posibilidades de cara a la ya inminente Maratón de Castellón. Con todo ello la semana había sido bastante exigente en cuanto al volumen de entrenamiento y mi cuerpo parecía notarlo en la parte final de la misma. No obstante el descanso del viernes pareció dar resultados y llegaba al domingo con relativas buenas sensaciones en las piernas.
Debut de Mónica... entrando en meta
y con la camiseta del 10000 de CS
Permitidme antes de continuar el relato del diezmil de esta mañana que haga un pequeño apunte de algo ocurrido un par de horas antes de empezar la pequeña aventura por Castellón. Esta mañana también se celebraba, dentro del Circuito Ruralcaja de Carreras Populares de Valencia, la Volta a Peu al Cabanyal. Pues bien, para alegría mía esta mañana Mónica ha entrado en este mundo de las carreras participando junto a parte de la familia y vari@s amig@s en la misma. Y debo reconocer que me ha sorprendido agradablemente porque no esperaba que las cosas fueran tan bien. La distancia era de 5900 metros y sin haber entrenado nada de nada a pesar de mis intentos la ha completado corriendo en su práctica totalidad. El tiempo es lo de menos pero en el entorno de los cuarenta y tres minutos. En fin, solamente me queda felicitarla públicamente y a ver si conseguimos que continúe en este mundo. De momento si no pasa nada para el 14 de noviembre estaremos los dos por el barrio de Benicalap para tratar de acabar los siete kilómetros largos que completan la siguiente prueba del circuito.

Primeros kilómetros en "manada" (Cortesía de Ggroc)
Pero volvamos a mi aventura de esta mañana. Después de un cómodo viaje desde Valencia y de aparcar el coche en casa me he dirigido calentando hacia la línea de salida en el Corte Inglés. Buen ambiente al llegar y presencia de foreros dispuestos todos a dar buena cuenta de sus marcas: Teo, Takito, Berto, Ayacucho, JoséCarreras, GRoad, etc...... Buena presencia también de conocidos por los alrededores de la salida así que entre unos y otros la espera ha sido bastante agradable casi todo el rato dándole a la "sinhueso". Poco antes de las once nos hemos situado en el cajón de la morralla (que no se ofenda nadie), es decir de aquellos que ni sub38 ni sub42. Y desde allí, de manera puntual, hemos escuchado la señal de salida y a correr, más que nunca, como locos. Empezaré diciendo que el objetivo inicial se ha cumplido bastante bien a pesar de que el mismo significaba bajar de 45 minutos y el tiempo final según mi Garmin ha sido de 45.17. Pero bueno, dado que como al resto de consultados al final de la carrera me ha dado unos doscientos metros más, me quedo con que el ritmo medio ha sido de 4.25 el kilómetro y eso me lleva a unos ficticios 44.10 para el diezmil, casi un minuto por debajo de lo previsto. Pero vayamos por partes; durante los cuarenta y cinco minutos de la carrera me ha dado tiempo a pasar por varias fases en lo anímico y usaré las mismas para desarrollar el relato de la carrera.
Una vez dada la salida me he visto envuelto en la marabunta y no he tenido más remedio que dejarme llevar por el ritmo impuesto a mi alrededor. Y debo decir que durante los tres primeros kilómetros iba muy agradablemente sorprendido con el ritmo sostenido que iba llevando y con la facilidad con la que lo mantenía. Especialmente importante par mí ha sido comprobar (y eso se ha mantenido durante toda la carrera) cómo la Frecuencia Cardiaca era muy buena, siempre en torno a las 160 pulsaciones con un máximo de 168. De esta manera los tres primeros kilómetros han transcurrido con parciales de 4.15, 4.10 y 4.17, parciales que eran claramente mejores a lo inicialmente planificado.
Pero, siempre los peros, llegados al kilómetro tres me han entrado las dudas. Me explico; desde el primer momento tenía muy claro que rodar a ritmos de 4.30 era bastante factible para mí. Lo que no tenía tan claro era si iba a poder mantener esos ritmos durante los diez kilómetros. Vamos que para esos ritmos me veía falto de fondo. Por todo ello superado el kilómetro tres he decidido darme un pequeño respiro y bajar ligeramente el ritmo no fuera a ser que al final acabara pagando este inicio. Por ello los dos siguientes kilómetros los he hecho a 4.26 y a 4.37 respectivamente. A partir del cinco nuevo apretón en el titmo que me llevan a completar el kilómetro seis a 4.21. Y así pretendía seguir pero aproximadamente en el kilómetro seis y medio he tenido un pequeño bajón en el rendimiento que creo que ha sido más mental que físico pero que me ha hecho sufrir bastante durante el tramo (pedazo recta) que va desde la Puerta del Sol hasta el final de la Avenida de Valencia. Como veía que no iba del todo cómodo me he tomado un pequeño respiro que me ha hecho completar los tres kilómetros siguientes en 4.28, 4.41 y 4.46.

En el tramo final con cara de
circunstancias (Cortesía de Ggroc)
Lo bueno de este tramo ha sido que me ha permitido recuperar las sensaciones perdidas y a la vista del kilómetro nueve me he lanzado de nuevo a tratar de recuperar tiempo y con alguna referencia que he utilizado de improvisada liebre he cubierto el kilómetro diez del Garmin en 4.18. A partir de ahí ya era cuestión de no ceder y tratar de apretar más para acabar de cubrir el recorrido, de manera que el tramo de 220 metros que según el cacharro faltaba para completar la prueba ha salido a un ritmo de "cuatre pelats".

Hacia casa con los deberes hechos
(Cortesía de Ggroc)

En fin, lo dicho, 45.17 según el Garmin para 10220 que se convierten en 45.42 oficiales que serán los que consten para siempre. Sin embargo para mí siempre me quedará que el paso por el diez mil según el cacharro que había iniciado en el momento en el que el chip ha sonado ha sido de 44.24. Conclusión: razonablemente satisfecho aunque sigo teniendo que trabajar el tema mental para tratar de mejorar. Siendo sincero creo que con un poquito de trabajo específico que haga para coger fondo a estos ritmos me veo razonablemente bien en los 42 minutos.
Bueno, dejando las elucubraciones a un lado solamente me queda felicitar a la organización y a todos los que habéis formado parte hoy de esta enorme y maravillosa familia de los runners. Os dejo los datos del cacharro en el GarminConnect para que les echeis un vistazo si os apetece. Para la semana que viene el Maratón de Espadán.

lunes, 18 de octubre de 2010

Estamos de vuelta tras un largo paréntesis: I Rodeno Cursa (17/10)

Ayer domingo, después de un largo paréntesis de más de un mes retomamos la rutina de las carreras acudiendo a la primera edición de la Rodeno Cursa, en Nules. Pero antes de esto voy a tratar de hacer, de manera resumida, un pequeño recorrido por el último mes dado que los acontecimientos creo que merecen la pena ser descritos.
Después de la carrera de Catí tenía prevista mi participación en la Fons de la Tardor (La Vall d'Uixó) que además este año era Copa de España. Sin embargo la misma mañana de la prueba, apenas un par de horas antes de su inicio decidí no participar por un motivo claro; pequeñas molestias que podían poner en peligro mi "participación", en este caso estelar, de la " prueba" que me esperaba el uno de octubre.

Y para el uno de octubre estaba programada, ni más ni menos, que mi boda. Muchos de los que me leéis ya sois sabedores de ella pero os ha pillado por sorpresa. El caso es que la intención era muy clara y se resume en hacer algo muy íntimo y sencillito así que muchísima gente de los que andáis "alrededor" de mi vida ni tan siquiera lo sabíais. El caso es que después de mucho tiempo conviviendo con Mónica, con un resultado maravilloso de nombre Leyre nos decidimos a "formalizar", o mejor oficializar nuestra relación pasando por el trance de darnos el "síquiero" delante de unos pocos elegidos. Bien podríamos decir que eso sí que es una buena ultra pero bueno, dado que ya andábamos entrenados para ella las sensaciones fueron buenas, el avituallamiento exquisito y el nivel de hidratación "adecuado".
Finalizado el momento boda, y antes de tomarnos un bien merecido descanso por tierras astures, tenía previsto para el domingo 3 de octubre finalizar la Lliga Castelló Nord por tierras de Vilafranca pero en este caso se me hizo muy cuesta arriba coger el coche y pegarme la paliza de más de dos horas de ida y otras tantas de vuelta así que decidí no ser de la partida a pesar de que me apetecía muchísimo formar parte de esta etapa final de la Lliga.
Como ya he comentado en el párrafo anterior, la semana del cuatro de octubre se gastó por tierras astures, entre bonitos y variados paseos y visitas por la zona (Oviedo, Picos de Europa, Lagos de Covagonda, Proaza, etc...) y copiosas comidas a las que los pobladores de aquellas tierras son tan aficionados. En fin, una semana de relax y de desconexión, sobre todo del trabajo porque lo que viene es de órdago y hacía falta hacerlo.
Por fin, a la vuelta del viaje, retorno a la normalidad. En primer lugar el puente por Albentosa para oxigenar el cuerpo (y de paso desintoxicarlo de tanta vianda). Por allí aproveché para hacer un par de salidas, la primera de algo menos de un par de horas a ritmo suavísimo para completar una media maratón por la vía verde de Ojos Negros y alrededores, siempre en compañía de David y Fede que me fueron de gran ayuda para retomar la rutina, y la segunda, el martes, de una horita de carrera continua a un ritmo más que decente a pesr de que la orografía elegida y, sobre todo, el tiempo con lluvia y viento, no facilitaron la tarea. Como resumen de la estancia por el pueblo se pude decir que contento con la vuelta y con sensaciones bastante mejor de las esperadas.
Para el miércoles tocaba volver de manera definitiva a la rutina; esto es, trabajo, más trabajo, y retomar de manera rigurosa (o casi) el planning marcado por Ezequiel. Y en esas pasó la semana, con mucha carga de trabajo y nos plantamos en el domingo, no si antes descartar por motivos obvios de carga física, la participación en el 10000 de Almassora.
Y para el domingo tocaba retomar la competición, algo no previsto en el planning como tal. Sin embargo me tomé mi participación en la I Rodeno Cursa como la rodada prevista de montaña así que acudí a la misma con la clara intención de no forzar la máquina y hacer un entrene de montaña como estaba previsto. Así, a la hora prevista sonó el despertador y me puse en marcha, con ligeros problemas estomacales que, todo hay que decirlo, no afectaron a mi rendimiento posterior, rumbo a Nules donde me esperaban Pepe y Alejandro, del pueblo, para dar buena cuenta del recorrido que nos había preparado la organización (aprovecho para agradecer a SocRodeno en quien personalizo a la misma todas las atenciones dispensadas que nos permitieron pasar una agradable y montañera mañana). Dado que iba a hacer un entrene en compañía decidí salir sin el Garmin así que pocas referencias podré dar de tiempos y demás pero bueno, alguna caerá. En el momento de la salida nos juntamos Pepe y yo y de esa manera dimos buena cuenta del primer tramo, asfaltero él, que nos llevó hasta la Vilavella. En este tramo nos pasó Takito, que en ese momento iba con Ayacucho, que ya anunciaba que no iba demasiado fino. El ritmo del tramo creo que fue bueno y las sensaciones también.
Afrontando los primeros tramos de subida
(Organización)
Llegados a este punto cogimos la salida de la Vilavella que en un primer momento coincidía con la Marxa Sant Sebastià aunque pronto se desviaría de la misma para afrontar la primera subida del día. Como se puede apreciar en la foto, cogido el desvío que nos llevaba a la senda, hicimos este primer tramo en fila india, con pocos adelantamientos. También podéis ver como Takito había sido devorado por la insaciable voracidad de quien esto escribe (es broma, claro). Esta primera subida que se iniciaba aquí enseguida se transformaba en una pista mucho más transitable y que permitió a cada cual ponerse en su lugar. En el punto de la foto tenía todavía delante a Pepe y por mi cabeza rondaba la duda de qué hacer, si seguir su ritmo o mantener la idea de rodar tranquilo. Finalmente me decidí por lo segundo y poco a poco Pepe fue alejándose. Gran parte de la primera subida la hice al trote (algo que ya es noticia) y en compañía de Teo y un clásico de los Xibeca, "El llarg", así como con el amigo Héctor, dels Amics de la VTF, compañero ocasional de gimnasio por Ribesalbes. Y así poco a poco fuimos dando cuenta de la ascensión que, si mi memoria no me falla nos llevaría hasta aproximadamente el Kilómetro cinco. A estas alturas Pepe ya era un recuerdo que marchaba por delante y de momento había dejado detrás a los anteriormente citados (al final solamente Héctor llegaría ligeramente por detrás). A cambio me uní a Ritxi con quien compartí, con él siempre algo por delante, buena parte de la carrera, al igual que ocurrió con José Ramón, del Castelló Running (al final, Ritxi con problemas musculares cedió a mi "presión" en la Vilavella y JR acabó, pese a sus previsiones, por delante de mí). 

Al final de la subida, con cara de circunstancias
(Organización)
Pero retomemos el relato donde lo habíamos dejado, esto es, al final de la primera subida. En este punto, un par de kilómetros de descenso, planteados también a un ritmo decente pero sin forzar a tope, me dejaron a los pies de la segunda subida, significativamente más dura que la anterior. Esta subida tendrá aroximadamente un par de kilómetros, algo más, pero con pendientes más importantes, especialmente algún tramo concreto de la misma. Ante la imposibilidad de trotar de manera más o menos continuada y dado que en el ritmo de Ritxi me encontraba "cómodo" decidí pegarme a él e ir apurando la misma. Especialmente duros el tramo inicial y, sobre todo, el final, al que corresponde la imagen donde podréis apreciar las cuerdas preparadas para darnos apoyo allá donde fuera necesario. Al final de la subida tengo una referencia que me habla de 1.05 para el paso del kilómetro nueve y medio. En este punto las fuerzas están bien y el ánimo también así que empiezo a preparar la cabeza para afrontar lo que queda de carrera que dicen es lo más cómodo pero no sé yo si la segunda mitad de carrera, "topabajo", es precisamente cómodo para mí.

A correr, a correr (Cortesía de Ggroc)
No lo voy a hacer muy largo; desde aquí hasta el final la carrera se resume en correr todo lo rápido que puedas así que a eso nos aprestamos con toda la diligencia con la que fuimos capaces. Y lo cierto es que, siempre con la premisa de rodar cómodo, la cosa iba muy bien y muy tranquila hasta llegar a la Vilavella. Y digo esto porque aparte de que aquí acabó de "cascar" Ritxi, algo que me supo muy mal, el tramo final de asfalto se me hizo muy cuesta arriba (y no era precisamente hacia arriba el tramo). No sé qué fue, aparte de notaba las piernas algo cargadas, imagino que por la carga que llevo últimamente, pero el caso es que la recta hasta Nules fue eterna, incluyendo una "paradita" para reponer fuerza mental. Y menos mal que llegaron por detrás Irene e Miguel para darme ánimos y hacerme sentir algo de vergüenza torera porque con ese estímulo volví a arrancar y aunque no pude mantener su ritmo sí que me sirvió para no caer más en el desánimo. Y así hasta el final con 2.13 pelaos a pesar de los 13 segundos de más que me caen en la clasificación oficial.
El avituallamiento final una pasada y, en general, sobresaliente a la organización. Me alegró un montón volver a coincidir con todos vosotros con mención especial para Karmele y Pascual, de espectadores, Irene y Miguel, Teo, Takito, Ggroc de fotógrafo y apurando plazos de recuperación, y muchos más que me dejaré en el tintero.
Evidentemente esta vez no hay datos del Garmin por cuanto salí sin él. Sin embargo os dejo el enlace de la ruta en Wikiloc por cortesía de la organización.