lunes, 28 de mayo de 2012

I Carrera x Montaña Ciudad de Teruel



Cartel de la carrera
Semana dos post MiM, semana dos pensando en la MiM de 2013. Las cosas van complicándose a nivel laboral pero afortunadamente de momento no parece afectar de manera significativa a los entrenamientos. Sería absurdo decir que estas y otras cosas no afectan a cualquier aspecto de la vida pero insisto en que de momento no he bajado el ritmo previsto y, como mucho, habría que admitir que el nivel de asimilación de las sesiones de entrenamiento no es el óptimo. Pero tampoco sabría decir si ello es debido a esos problemas ajenos al deporte o a cierto nivel de saturación de piernas y, quizá también, de cabeza. En cualquier caso, y poco a poco, la decepción que dejó la Marató i Mitja va quedando aparcada en un rinconcito y también de manera gradual va a apareciendo esa ilusión por intentar que el año que viene sea distinto, mejor por supuesto. El caso es que estas dos semanas han acabado por ser razonablemente buenas, con buen nivel de carga de trabajo aunque bajando un poquito el listón en cuanto a calidad de las sesiones. Pero a partir de ahora retomamos la exigencia en calidad y a ver cómo responde el cuerpo. Así, para esta semana, y en este caso programado como un entrenamiento más por montaña tenía previsto participar en la I Carrera x Montaña Ciudad de Teruel.

Era el año del Señor de 1217 cuando Juan Diego de Marcilla viniendo de buscar fortuna para hacer dote y pedir matrimonio a su amada Isabel de Segura, acercábase a la villa de Teruel. Diéronle al llegar la noticia de que ésta, creyéndolo muerto el día que el plazo para su vuelta expiró, había celebrado nupcias con el noble Don Pedro de Azagra. Juan Diego, loco de amor, buscó y pidiole a Isabel un último beso que ella negó. Herido en su honor y con inmenso pesar, sorprendiole la Muerte y llevóselo con ella. Dábanle sepultura en la siguiente mañana cuando Isabel acercose entre el gentío a ver el cuerpo de su amado y diole por fin el beso que rechazó en vida. Muerta se desplomó sobre su pecho, y juntos fueron enterrados, dando origen a la más bella historia de amor contada en aquesta villa de Teruel por siempre jamás.

Aprovechando que la carrera se disputaba en Teruel y que en Albentosa se celebraba la Caridad la familia, reunida en Consejo Supremo, decidió que pasaríamos el fin de semana en el pueblo así que el viernes por la tarde ya estábamos instalados allí y ello me permitió acortar el paseo en coche del sábado por la mañana. A pesar de ello había quedado pronto con Pepe en la zona de salida así que con más de una hora de antelación me encontraba en la zona de salida, Pabellón de los Planos, con el dorsal recogido y haciendo tiempo hasta el momento de la salida. Entre conversaciones inevitablemente referidas al mundillo de las carreras, un breve calentamiento y saludos a algún que otro conocido que también se había dado cita allí, fue pasando el tiempo y casi sin darme cuenta ya había pasado el control de dorsales y me encontraba en el cajón de salida a la espera de que diese comienzo la carrera. A pesar de que en mis previsiones iniciales, que tampoco sé yo de dónde salían, me había hecho la idea de una carrera cómoda, ya se había encargado Pepe y otros conocedores de la zona de advertirme de mi error y de dejarme bien claro que se trataba de una carrera complicada. Mejor que mejor, dado que la idea era hacer una buena rodada de montaña la posibilidad de encontrarme un recorrido complicadillo me atraía. En cualquier caso el objetivo estaba claro, disfrutar de la montaña y salir a un ritmo cómodo para ir viendo cómo me encontraba e ir decidiendo sobre la marcha.

Teruel estuvo poblada desde los tiempos de los íberos los cuales llamaban al lugar Turboleta. El topónimo Turboleta podría venir del término vasco-íbero itur + olu + eta (lugar de fuente, manadero) según la teoría del vascoiberismo. Hay restos en el yacimiento del Alto Chacón. La zona fue ocupada posteriormente por los romanos, quedando restos en poblaciones cercanas, como los de Cella. Algunos autores aseguran que en el mismo emplazamiento de la actual ciudad de Teruel (concretamente en el barrio de la Judería) se asentaba Tirwal, nombre que procedería del árabe con el significado de "torre", enclave musulmán citado en el año 935. Sin embargo, aunque se ha detectado arqueológicamente la presencia de ocupación islámica de este espacio, los restos localizados no pertenecen a un núcleo de población, sino más bien a una construcción defensiva.
El Torico es una famosa fuente de Teruel y posiblemente su icono. El termino torico viene dado especialmente al pequeño toro que corona la fuente y le ha dado su mismo nombre, también es una muestra del habla de la zona, ya que normalmente el diminutivo en español corriente sería torito. Esta fuente tiene una gran columna que está coronada por un toro de reducido tamaño, de ahí que se le denomine "Fuente del Torico", en la parte baja cuatro cabezas de toros escupen agua que cae a la base de la fuente.


Bien, finalmente llegó el momento de empezar a correr y allá que salimos los cerca de doscientos esforzados (locos, dirían algunos) dispuestos a dar buena cuenta de los veinticuatro kilómetros que nos había preparado la organización. A pesar de salir con tranquilidad ya desde el inicio la carrera empezó a mostrar su dureza. Sin hablar de tramos especialmente duros sí que es cierto que el primer kilómetro, superado el primer tramo de salida y una vez giramos a la derecha, la carrera empezó a empinarse y nos tocó empezar a resoplar y a poner en funcionamiento la maquinaria para no quedar demasiado descolgado. Lo peor de todo es que desde estos primeros momentos las piernas empezaron a dejar entrever síntomas de cierto cansancio que no por esperado era menos preocupante. En cualquier caso poco a poco fui tratando de encontrar ese ritmo que me permitiese afrontar la carrera con esa dosis de comodidad necesaria par no forzar más de lo previsto. Los tres primeros kilómetros eran, salvo un pequeño descanso entre el uno y el uno y medio, de continua subida que nos llevaba desde los 960 m de altitud inicial hasta los 1134 del kilómetro tres. Con bastantes y crecientes dificultades fui dando cuenta de la subida y, al tiempo, fui dándome cuenta de que igual había que plantearse ser algo más conservador de lo inicialmente pensado. Así llegué al kilómetro tres a un ritmo medio de 7.03 y bastante cascado de piernas. Sí, ya sé que era pronto pero las cosas estaban en ese punto.
Afortunadamente, alcanzada la cima de esta primera subida nos esperaban tres kilómetros idóneos para recuperar; un descenso continuado por un bonito paraje que me sirvieron para ir ubicándome en los puestos que iban a ser los míos durante la carrera y para seguir dándome cuenta de que el día no iba a ser de los de tirar cohetes. Sin demasiadas novedades alcancé el kilómetro seis con un segundo parcial significativo de la calma con la que me estaba tomando las cosas, 5.35.
Oportuna foto; justo aquí estuve a punto de besar el suelo
Llegados a este punto empezaba el tramo que finalmente se iba a mostrar como el duro y difícil de la carrera. Una concatenación de subidas, hasta cinco, unas más largas y otras más cortas, unas más duras y otras menos, con sus correspondientes descensos con especial mención para el último por lo técnico que se mostró, iban dejando las piernas para el arrastre, encargándose el sol que empezaba a dejarse notar de hacer el resto. Sobrepasado el primer avituallamiento en el que no paré, el tramo que quedaba hasta alcanzar el segundo control, pasado el kilómetro diez y medio se me hizo especialmente complicado. Las piernas no iban finas y la cabeza tampoco.
Complicadilla la bajada sí que era
Paso por el kilómetro nueve, con un parcial de 8.24 que demuestra que pasé más tiempo caminando que trotando y desde este momento kilómetro y medio de subida hasta alcanzar el avituallamiento. En este sí que paré, aprovechando para tomarme un gel que falta me hacía y sin prisa por reemprender la marcha me hidraté convenientemente, comí algo y a seguir con el sufrimiento que seguro que me esperaba. Una nueva bajada, más técnica que las anteriores me dejó en el 12 (8.42 de ritmo en el cuarto parcial) y de nuevo a subir. Un kilometro de nueva subida, seguido por una bajada también de un kilómetro y una nueva subida de un par de kilómetros hasta alcanzar el tercer control. Como podréis comprender el perfil no era el más adecuado para mis piernas y pese a que poco a poco parecía que iban mejorando la cabeza seguía sin funcionar así que el ritmo continuaba siendo mediocre (alcancé el kilómetro quince con un quinto parcial a 9.02, de mal en peor vamos). En este punto todavía quedaba un kilómetro más de subida que no fue mal del todo y arriba el tercer avituallamiento. También en éste me lo tomé con calma porque en mi mente solamente estaba el objetivo de acabar como fuera y sufriendo lo menos posible. Además ya había oído que la bajada que venía ahora era de las difíciles así que me hice algo el remolón en este tercer control. Al final me decidí a seguir y a dar cuenta de esa bajada que nos esperaba y que parece ser que fue motivo de controversia al perder algún corredor de los de cabeza, circunstancia que pudo alterar el orden de llegada. Aprovecho esto para indicar que bajo mi punto de vista el marcaje de carrera fue espectacular así que si alguien se perdió no creo que haya que ponerlo en el debe de la organización.
El momento de la llegada
Bien, bajando, bajando llegamos a un nuevo tramo teóricamente más sencillo pero que tampoco daba mucho respiro. Alcanzado el kilómetro dieciocho y medio, con un perfil rompepiernas y que tampoco dejaba coger un buen ritmo llegábamos al último control y desde ahí la última de las subidas. En el tramo anterior al control las piernas parecían haberse recuperado bastante así que antes de salir del control me exigí un último esfuerzo para intentar acabar la carrera de manera más digna. Sorprendentemente la subida que quedaba fue muy bien, sobrepasando a un buen número de corredores y así llegó la parte final de la carrera que nos debía "bajar" hasta la zona de meta. Animado por esta última subida seguí con ese nivel de exigencia y, a fuerza de parecer inmodesto, debo decir que acabé muy satisfecho de la parte final de la carrera. Todas las buenas sensaciones que no habían aparecido hasta entonces salieron de golpe y estos últimos kilómetros de carrera me fueron muy bien acabando mucho más fuerte de lo esperado pocos kilómetros antes y casi diría que con ganas de más traca (igual fue la euforia de la llegada). Al final algo menos de tres horas y, pese al sufrimiento, contento por haber acabado la carrera.
Resumiendo; buena carrera con una organización que bajo mi punto de vista (y seguro que habrá quien no coincida conmigo) rozó el sobresaliente. Personalmente un suficiente pelado porque a pesar de que fue un mal día al final no acabó del todo mal y cubrimos el objetivo de seguir acumulando kilómetros. Y poco más, a ver si la semana se da bien y podemos salir el domingo por Tuéjar a forzar un poquito, ya os lo contaré. De momento los habituales enlaces.

4 comentarios:

Jose dijo...

Hola Tinyo
Ya tienes otra más a la espalda, haces más kilómetros corriendo que en coche jajajaja

Un saludo
Jose
TROTASENDES BENICALAP

Tinyo dijo...

Jose no te creas que con eso de ir "lejos" acabo haciendo tembién unos cuantos en el coche.
Saludos

Trapatroles dijo...

Buena crónica Tinyo, con historia incluida de Teruel.
Saludos

miguelflor dijo...

Estar ahí y pegars 24 kms. después de todo no deja de ser un buen entreno, creo que está muy bien y hay que pensar en el suma y sigue. A por otra y muchos ánimos.