lunes, 27 de agosto de 2012

IV Volta a Peu a La Llosa; derivando hacia el asfalto


El domingo anduvimos por La Llosa
Finalizada la excursión por l'Alcora y su Volta a Peu,  a pesar de las fechas para el fin de semana había bastantes alternativas para seguir corriendo. Finalmente de todas ellas me decidí por participar solamente en la Volta a Peu de La Llosa y descartar la Marxa de la Sierra de Irta del sábado porque me pillaba lejos. Una vez estuvo claro el planning de carreras se trataba de intentar completar el fin de semana con alguna actividad que permitiese olvidar por un par de días la rutina de la semana. Y la verdad es el que al final de todo, a pesar de la panzada de coche que me tocó ayer domingo, he acabado el fin de semana con buenas sensaciones y habiendo desconectado bastante de esa rutina que tan poco me da últimamente.

Primeros momentos de la nocturna del viernes,
todavía de día
Empezaba el fin de semana deportivo con una actividad que celebramos por segunda vez la gente de la Peña el Porrón, allá por Albentosa, como es la Marcha Nocturna, actividad de tipo lúdico en la que nos llevamos a los críos a pasear por el monte, en un recorrido de baja dificultad que nos traslada hasta Los Mases de Albentosa, donde reponemos fuerzas bocadillo y cervecita en mano para, ya de noche retornar al pueblo en plan festivo. Agradable actividad que nos sirve como excusa perfecta para cambiar por una noche la plaza y el bar por paisajes más "sanotes". Al final se trata más de la intención que de otra cosa porque apenas si recorremos siete kilómetros que, en esta ocasión, discurrían en buena parte por la zona de la primera parte de la carrera, y con un perfil suavecito.Pero bueno, lo importante es hacer piña e introducir a los peques en esto del respeto por la naturaleza.
De negro estamos los tres
protagonistas de la salida por
Fuente Cerrada

Sin apenas tiempo para digerir la nocturna del viernes, el sábado a las 6.30 ya estábamos David y yo rumbo a la zona de la Fuente Cerrada (Teruel) donde habíamos quedado poco después con el amigo Pepe para hacer una salida de entrenamiento por esos parajes donde año tras año discurre la Aragón Sur. La intención era la de una salida tranquila a ritmos suaves aunque en un recorrido que sin ser duro del todo sí que tenía una primera mitad que de manera suave pero continuada nos llevara hasta los molinos en una ascenso de más de quinientos metros en aproximadamente once kilómetros para después volver al punto de partida en un recorrido circular, aprovechando los innumerables senderos de la zona. Como decimos por aquí "pensat i fet"; poco después de las siete de la mañana ya estábamos los tres disfrutando de una mañana fresquita por los alrededores de Teruel capital en un recorrido de subida, inicialmente por sendas muy corredoras que desembocaban de inmediato en unas barranqueras que fueron compañeras hasta prácticamente el kilómetro siete y, a partir de ahí, en el tramo más bonito sin duda del recorrido por otra senda, marcada para el BTT que poco a poco, y con pendientes progresivamente mayores nos llevaban al pie de los molinos a los que accedíamos tras superar una pendiente final de unos trescientos-cuatrocientos metros bastante dura. Una vez allí, con unas espectaculares vistas de la zona, con picos ya conocidos de otras aventuras, seguíamos trotando por pista hasta que finalmente nos desviamos por una senda que ya nos introducía a la bajada, en terreno de la Aragón Sur. Y así, con un pequeño incidente al perdernos que nos hizo modificar la ruta, descendiendo de manera continuada nos plantábamos en el punto de partida después de una salida tranquila, algo más exigente de lo esperado, de veintitrés kilómetros que completamos en algo más de dos horas y cuarto de ruta.



Entrenamiento en Fuente Cerrada según Wikiloc

Acabada la ruta llegaba el turno del "festival gastronómico"; iniciábamos el mismo con un espectacular almuerzo en el Restaurante de la Fuente Cerrada y un bocadillo que nos supo a gloria bendita y que sirvió para seguir puliendo detalles de lo que en un año será la segunda edición de la CxM Albentosa. Llegados al pueblo, a mediodía teníamos paella en la peña, así que casi sin tiempo más que para una reparadora ducha para allá que me iba. Ya se sabe que estas cosas se alargan y al final, sin darnos cuenta eran más de las siete de la tarde y tocaba empezar a preparar las tradicionales gachas con las que el amigo Pepe nos obsequia para celebrar su aniversario de las que, evidentemente, dimos buena cuenta para cenar, completando un día de esos poco propicios para mantener la línea pero de los que se agradecen por lo bien que acabas pasándolo.

Ramón Bagán; poco antes del tres,
todavía acompañado por Jorge
Y así, casi sin solución de continuidad llegaba el domingo. A las siete de la mañana sonaba el despertador y tocaba ponerse en pié para acudir a La Llosa para tratar de eliminar todos los excesos del sábado en los casi ocho kilómetros de su Volta a Peu. Inicialmente en esta ocasión iba a ir acompañado por mis chicas pero una mala noche de Leyre hizo que tuviese que acudir solo así que atracón de coche hasta la Llosa para plantarme en la zona de las piscinas con tiempo suficiente para disfrutar del ambiente al tiempo que empezar a sufrir con el sofocante calor que tuvimos que soportar.

La Llosa es un municipio de la provincia de Castellón en la Comunidad Valenciana, España. Perteneciente a la comarca de la Plana Baja.
Tiene su origen en una antigua alquería árabe. El rey Jaime I, después de la conquista, concedió una casa y un molino a Bernat Sauvi y tierras a P. Flandina.
En 1292, Francesc de Próxita compró a Jaime II la baronía de Almenara, a la cual pertenecía La Llosa; le sucedió en el señorío su hijo Olfo. Lugar de moriscos, tenía 75 casas en 1609, perteneció a la hijuela de Vall de Uxó. Después de la expulsión, se le concedió carta de población. El paludismo crónico de la zona impidió su expansión demográfica, pero a partir del siglo XIX comenzó un progresivo crecimiento que se acentuó en la década de los 60 del pasado siglo.
Existe en el témino diversas fuentes como son: La Fonteta, la Fuente Redona, la Fuente del Carcau. También cerca de la playa están las marismas donde hay un a gran variedad de aves y unas vistas fabulosas con unos atardeceres que impregnan de un color oro toda el agua que se acumula en los arrozales.Un poco más adelante se encuentra una de las pocas playas virgenes existentes en la provincia.donde se puede practicar la pesca, la acampada libre y diversos deportes.


Mucha gente conocida en la salida: la saga de los Iglesias, Tere Plá a la que hacía mucho tiempo que no veía, el incansable Rafael Murcia, Jorge Larive a quien después de mucho tiempo conseguí conocer y que acabó tocado (a ver si no es nada, campeón), y, cómo no, Jorge, el amigo Sucesordeparra, con quien acabaría compartiendo gran parte de la carrera. Un breve calentamiento acompañado por un sofocante calor dio paso a la espera de los últimos cinco minutos antes de empezar la carrera. Como anécdota curiosa; después de tantas carreras a punto estuve de salir sin chip (bueno con el mismo en el bolsillo) y gracias a que me di cuenta de casualidad y pude ponérmelo a punto y hora. Bueno, salida con la idea de hacer la carrera con Jorge a ritmos más o menos cómodos pero con la certeza, ratificada en el calentamiento, de que el calentón del sábado por Teruel acabaría por dejarse notar. El caso es que en el momento de la salida, y una vez conseguido el espacio vital para correr, una vez más el ritmo de inicio fue superior al previsto. De hecho hasta el repecho del inicio (más o menos a los quinientos metros) el ritmo era de 4.30 más o menos. Este primer repecho ya empezó a dejar claro que las piernas no iban frescas; se trata de un costerón cortito pero "intenso" que te deja preparado para sufrirlo el resto de carrera. Después del mismo un breve callejeo por el pueblo, pasando por el Ayuntamiento, para volver a pasar por la línea de salida poco antes del dos. En ese momento cambiamos el rumbo y nos dirigimos hacia la autopista (ver primera foto) previo paso inferior de la vía del tren. Ya entonces habíamos consumido tres kilómetros a una media de 4.41 el kilómetro y personalmente no iba nada cómodo. Me temo que más que físicamente, que tampoco, era una cuestión de cabeza. Creo que se superará pronto pero vuelve a costarme mantener el coco convencido de mantener el ritmo que llevo y eso, inevitablemente, me lleva a acabar claudicando, bajar el ritmo e, incluso, parar cuando al final sé que soy capaz de mantenerlo.

Ramón Bagán; en esta otra
poco antes de meta
 
Pero bueno, ya digo que poco a poco seguro que esta circunstancia se superará. Superada la vía del tren tocaba transitar de manera paralela a la autopista en un tramo en el que si vas con fuerzas puedes volar antes de cruzar el puente elevado sobre la misma, que también se atraganta, para a continuación seguir entre huertos y volver por el otro lado de la autopista para, nuevamente entre huertos volver para superar el mismo puente en dirección contraria. Todo este tramo lo hago de más a menos porque las piernas "duelen" y la cabeza no está dispuesta a imponerse en esta batalla. Así, el ritmo medio va sumando segundos progresivamente de manera que el segundo tres mil sale ligeramente por debajo de cinco el kilómetro. Alcanzado el seis "libero" a Jorge de mi compañía y le digo que siga adelante que yo voy a bajar el ritmo, algo que hago hasta incluso caminar brevemente a pesar de que no iba nada asfixiado. Pero bien, enseguida reemprendo la marcha e incluso recibo los ánimos de un monstruo de este mundo del trail, Vicente Calvo, que iba por allí con la cabra. Superado el segundo paso del puente de la autopista me digo que hay que echar el resto y poco después la visión del kilómetro siete me hace superar las dudas y lanzarme hasta el final intentando no ser superado por la legión de corredores que llevo detrás, algo que consigo, llegando a meta, disfrutando pese a todo del momento, en algo más de treinta y siete y por debajo de cinco el kilómetro.

No es un gran resultado ni mucho menos pero sé que estoy mejor que eso y, sobre todo, que ahora empieza el momento de la verdad; vemos, que estoy convencido de que vienen buenos momentos de entrenamiento y que llegado el mes de noviembre estaré en plenas condiciones físicas y mentales para afrontar el reto de la Maratón por las calles de Valencia. Bien, por ahora acabo. Entramos en un momento en el que la senda negra volverá a tomar protagonismo y en el que tocará sufrir del mismo, todo y que evidentemente seguiremos haciendo incursiones por la montaña. De momento la semana que viene nos veremos las caras por Quart de Poblet y su Volta a Peu; pero eso será otra historia. Hasta entonces el track de la carrera...


Perfil en Wikiloc; el repecho inicial no tiene desperdicio

jueves, 23 de agosto de 2012

XXV Volta a Peu-Festes del Crist L´Alcora

Este relato debe llevar de nuevo, y desgraciadamente, dedicatoria especial. Permitidme que lo dedique con todo el cariño del mundo a la gente de Castrocontigo y de León que han sufrido en sus carnes el azote del fuego que se ha llevado sus montes y, con ello un trozo muy grande de sus ilusiones. Va por vosotros amigos!!



Cartel anunciador de
les "Festes del Crist"
Después de una semana en la que de momento estamos en modo "off", algo que viene a significar que desde la carrera del sábado por tierras de Mosqueruela no había vuelto a calzarme las zapatillas, esta tarde tocaba rendir visita a la capital de l'Alcalaten, l'Alcora para darse un paseo en compañía de los amigos del mundillo del running por sus calles y completar los 4200 metros de su Volta a Peu Festes del Crist de l'Alcora. Empujado a ello desde el foro carreresdemuntanya.com por el amigo Roadrunner, miembro destacado de la dinastía de los Murcia, y bajo amenaza de expulsión del foro no me quedaba otro remedio que una vez finalizada la jornada laboral en Onda poner rumbo hacia l'Alcora y enfundarme las mallas de correr para tratar de cumplir el compromiso con nota. Y debo confesar que llegaba a l'Alcora con el susto metido en el cuerpo porque a pesar de lo corto del recorrido había oído hablar tanto de la famosa cuesta del principio de la carrera que pensando en mi actual momento de forma no me hacía demasiada gracia tener que dar cuenta de ella y después estar el resto de la carrera resoplando cual bisonte de la pradera sin poder recuperarme del esfuerzo de esa endemoniada invitada de primerísima hora. Pero bueno, con todas las reservas del mundo ponía rumbo a las calles de Alcora en un viaje de esos que de cortos se agradecen y con un calor infernal que presagiaba una tarde sufrimiento a la par que de disfrute por poder compartir las calles del pueblo con toda la gente que se había animado a compartir este rato conmigo. Pero permitidme antes de empezar el breve relato de la carrera una referencia a la historia del Cristo. Transcribo para ello un texto de José Manuel Puchol Ten, Cronista Oficial de l'Alcora, del año 2010...  

Esta bonita narración comienza en el reinado del indolente y retrasado mental Carlos II (el Hechizado), último de los Austrias, que falleció a los 39 años y se le practicaron varios exorcismos. La Mitra de la Iglesia Española estaba en manos del Cardenal Portocarrero, Primado de Toledo.
Imagen del Cristo
En cuanto a l´Alcora y Figueroles se refiere, todas las propiedades que los condes de Aranda tenían en el Reino de Valencia, incluido el Señorío de la Thenencia y Honor de Alcalatén, se hallaban en un vacío del titular. En 1.654, ante el fallecimiento sin descendencia del V Conde, D. Antonio Ximénez de Urrea, la Real Audiencia de Valencia (antes Real Chancillería), decretó ese mismo año el secuestro judicial de Benilloba, l´Alcalatén, Mislata y Cortes de Arenoso. La aparición de varios aspirantes a la herencia, todos ellos acompañados con sus correspondientes pleitos, además de la demanda que sobre el usufructo realizaba la condesa viuda, fundándose en que el acta de población de 1.305 (Carta Puebla de Alcora), expresa en su otorgamiento “según fuero de Aragón”; la Real Audiencia de Valencia, no reconoció a ninguno de los supuestos nuevos dueños del patrimonio que los Urrea tenían en este reino. Los condes de Aranda, VI, VII y VIII, no fueron aceptados como titulares. Las citadas propiedades que los Urrea tenían en el Reino de Valencia, no serían resarcidas a sus legítimos dueños hasta 1.725, en la persona de D. Buenaventura Pedro de Alcántara, IX Conde y fundador de la Real Fábrica de Cerámica. Durante 70 años fuimos súbditos de la Corona, dejando de ser -transitoriamente- vasallos de la nobleza.
La Parroquia de Alcora estaba asistida por un Rector, un vicario de Alcalatén, y dieciocho sacerdotes. El Cura de Alcora tenía a su cargo el nombramiento del vicario de la Iglesia-Ermita de San Miguel de la Foia.
Un buen día, aparecieron tres peregrinos en el vecino pueblo de Figueroles. El mayor de los tres cayó enfermo, impidiéndole continuar su camino con sus compañeros. Los otros dos, más jóvenes, dejaron dicho pueblo y salieron camino de Costur y l´Alcora.
A l´Alcora, a finales del siglo XVII, llegan dos peregrinos con la indumentaria de San Roque, que pidieron posada en una casa ubicada en la Cuesta Nueva (hoy denominada Costera de l´Advocat), habitada por la familia de Cristóbal Gasch (o Gascó), y Vicenta Paús. Esta calle junto con la de la Virgen del Carmen, eran el extrarradio o periferia de la población, siendo un hecho documentado, que el cementerio estaba situado en los aledaños de lo que hoy es el Nuevo Consistorio, calle María Rosa Molas y el propio de la Virgen del Carmen.
Los peregrinos demandantes de asilo, se presentaron durante una noche de crudo invierno, de las que familiarmente denominamos “de perros”. Los propietarios de la casa al verlos en aquellas circunstancias, tuvieron compasión y les ofrecieron comida y posada. Al día siguiente, sorprendidos los caseros porque los celebres huéspedes tardaban en salir de la habitación, llamaron repetidamente a la puerta, no recibiendo ninguna respuesta desde el interior. Se pasó parte de lo ocurrido a las autoridades, las cuales se personaron rápidamente en dicho domicilio procediendo a descerrajar la puerta de la habitación. Mayúscula fue la sorpresa al comprobar que en su interior no había nadie, careciendo el habitáculo de ventana y balcón. Sobre la impecable cama que no había sido usada, se encontraba una escultura de Cristo clavado sobre una Cruz.
Los dos peregrinos regresaron a Figueroles, enterraron cristianamente al compañero que había quedado enfermo. El fallecido estaba instalado en una casa de campo, que “supuestamente” es el mismo lugar donde hoy se ubica la ermita del Calvario. Finalizado el funeral entierro, los peregrinos fueron a recoger las pertenencias del finado, encontrando sobre su cama un extraordinario crucifijo.
Ante los asombrosos hechos, el vecindario de ambos pueblos conmocionado e impregnado de una fuerte reacción en favor del Crucificado, pusieron manos a la obra junto con sus autoridades que deciden construir:
En l´Alcora un Ermitorio sobre el montículo que desde la falda del monte San Cristóbal, domina el pueblo.
Las obras terminaron en 1.698, siendo traslada la Imagen al Ermitorio, al anochecer del último domingo de Agosto (día 31 del citado mes), en Solemne Procesión, asistiendo todo el vecindario y el de los pueblos limítrofes.
Los masoveros e impedidos que no pudieron sumarse al acontecimiento, encendieron gigantescas hogueras que iluminaron los campos.
En Figueroles.- El 12 de julio de 1.698, se personó el obispo Fray Severo Tomás Auter. Sobre aquella Visita Pastoral y gracias a la colaboración del amigo Amadeu Porcar, transcribo lo siguiente: “El Bisbe mana que es renoven els altars de l´església, puix diu que tots són molt vells i que fa pena mirar-los, estan en un estat verdaderament deplorable, denigrant i molt destruïts, reiterant que són indecents, fins i tot l´altar major de Sant Mateu. Excepte l´altar del Santíssim Crist, que és nou i modern, puis estant muntant-lo ara en l´església. Encara está tot apuntalat, amb un puntal que creua des de dalt del dit altar i pel mig de la capella de paret a paret.” En esta misma visita también consta el estado lastimoso en que se encuentra la Iglesia, con filtraciones de agua, maltrato del pavimento, etc.
Pero… tal como hemos leído, algo extraordinario fuera de toda percepción común, había ocurrido a la par en los dos pueblos. El vecindario de l´Alcora estaba volcado en la construcción de la ermita al Cristo, y los de Figueroles, ignorando la problemática general que sufría la Iglesia Parroquial, centraban sus esfuerzos en el nuevo y maravilloso altar al Santísimo Cristo.
Una preciosa y entrañable narración, que mitad leyenda y mitad historia, une a los dos pueblos en una Fe y una devoción común al Crucificado. Todos los años, la Procesión es solemne y única. Ambos pueblos se engalanan con lo mejor que tienen para tan señalado día. La noche mágica de los cirios en zig-zag, imprime respeto y veneración.


Un momento de la salida, a la derecha
con la camiseta de Albentosa un servidor
Bien, andábamos ya por las calles de l'Alcora y enseguida llegué a la zona de salida donde ya se disputaban las carreras infantiles (cómo corren los críos caramba!!). En seguida formalicé la inscripción y recibí el dorsal y después de ello tocaba esperar un rato a que se hiciera la hora. Mientras llegaba tenía el gusto de conocer a José Manuel Adrián, del C.A. La Vall d'Uixó, con quien departí un rato sobre el mundo de las carreras y sobre las gacelas que la pueblan. Y es que por allí se veían pasar verdaderas gacelas del running. Permitidme mención especial para Juan Navarro, un gran tipo, y Duplas, otro igual, con quienes ya pude departir en "mi" carrera de Albentosa, y que acabarían en puestos delanteros. Después de ello tocaba saludar a la saga de los Murcia y departir un buen rato con Adrián y, después, con Nere. Con estos dos hacemos un breve calentamiento que me permite hacerme una idea de lo que muchos califican como la madre de todas las cuestas y a la que tendremos que enfrentarnos en un momento. Total, entre el breve calentamiento y una pequeña xarraeta más con Esther, con quien últimamente también he coincidido en Albentosa y Mosqueruela, dan la salida y casi ni nos enteramos. Y claro, siendo lo que era hoy tocaba correr de verdad. La carrera empieza a todo gas y hacia abajo, a ritmos que no quería llevar, por debajo de cuatro, pero que salían casi solos. Y así hasta los quinientos metros, momento en el que alcanzo a Adrián y justo donde empieza la famosa cuesta...

La cuesta son cerca de cuatrocientos metros con un desnivel superior al once por ciento. No es que sea imposible pero a ritmos de asfaltero se sufre. En cualquier caso me la tomo con calma no vaya a ser que después lo pague. En ella me alcanza y supera Esther; creo que podría haber estado perfectamente con ella pero tampoco estaba por la labor de ir demasiado forzado así que durante mucho tramo, hasta el último repecho la he tenido cinco o seis segundos por delante. Acabada la cuesta quedan un par de kilómetros que sí, pican para abajo pero se ven salpicados de continuos toboganes que endurecen la marcha y complican poder mantener un ritmo homogéneo. Y así vamos, tratando de mantener ese ritmo más o menos constante hasta que a partir del kilómetro dos y medio la carrera vuelve a variar y, aunque siguen las subidas y bajadas, la tendencia vuelve a ser hacia arriba. Poco después del tres tenemos la segunda "gran" dificultad del día, un repecho que nos lleva del Ayuntamiento a la iglesia y que se me atraganta más de lo que esperaba, probablemente por un exceso de confianza al iniciar el mismo. Afortunadamente es breve aunque lo que sigue es una callejeo con continuos giros que impiden volver a coger ritmo. Y así hasta el final donde nos encontramos en la recta de llegada, la misma que la salida pero en sentido contrario y, claro, hacia arriba. Un último esfuerzo me lleva hasta meta donde me encuentro a Jorge con un sonrisa irónica de esas que están diciendo "cómo has sufrido!!!!!.

Al final un tiempo creo que aceptable de 20 minutos y treinta segundos que podría haber estado perfectamente por debajo de veinte aunque es cierto que mentalmente no he estado demasiado fuerte. En fin, primer contacto, breve pero intenso, con la competición sobre asfalto puro y duro en mucho tiempo y creo que las sensaciones son prometedoras de cara a la cita del 18-N. Nada más, un placer poder saludar al maestro de los maestros, Mountainrunning, y de poder compartir una nueva carrerita con toda esa gente del mundo del running. Si no pasa nada el domingo un poco más en La Llosa, aunque antes para el sábado tenemos una salida montañera por la zona por donde transcurre la carrera Aragón Sur, en Fuente Cerrada, al lado de Teruel capital. Hasta entonces os dejo con los habituales enlaces.


Perfil, el repecho inicial para quitar el hipo

lunes, 20 de agosto de 2012

A cumplir con la tradición; V Sus Scrofa Mosqueruela

Un jabalí que ya forma parte destacada
de mi historia como trail-runner
El jabalí (Sus scrofa) es un mamífero artiodáctilo de la familia de los suidos presente en Europa, aunque hay también subespecies en América, África y Asia. El jabalí se puede encontrar en la península Ibérica, donde su población es abundante y es considerado como pieza de caza mayor. Está incluido en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo2 de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

¡Cómo pasa el tiempo!. Ya he comentado en alguna entrada reciente que mi entrada en el mundo del trail, inicialmente como senderista, se producía en un ya lejano noviembre de 2007 por tierras de Benicàssim. Ese sería uno de los principales hitos en mi historia como trail-runner. Otro de ellos se daría durante el verano de 2008 en el que en pleno mes de agosto cinco valientes zagales procedentes de Albentosa se daban cita en las calles de Mosqueruela para dar cuenta de los 32 km que aderezaban la primera edición de la Carrera de Montaña Sus Scrofa. En aquel lejano verano del 2008 la representación de Albentosa fue la más numerosa de cuantas hemos enviado para allá: David Vila, Alejandro Chiva, Ángel Chiva, Pepe Alegre y un servidor nos tirábamos la manta a la cabeza y nos presentábamos por Mosqueruela con la sana intención de acabar los 32 kilómetros en plan andarín y tratando de disfrutar de aquellos parajes. A un ritmo senderista pero endiablado, y a pesar de pagar la novatada en resultado de aproximadamente tres kilómetros de más resultado de un despiste que nos hizo perdernos, conseguimos acabar esa primera edición en un respetable tiempo de 4.45. Repasando la clasificación de aquel año me hace gracia darme cuenta de que mucha gente que ahora puedo considerar amigos coincidieron con nosotros en el recorrido por los tiempos que acreditaron, de la misma manera que me hace gracia comprobar que un tal Ramón Recatalá fue el ganador de aquella edición.

Llegada en 2008, Primera Sus Scrofa. 4.25
Como prueba de lo que cuento aquí tenéis una foto de aquella primera edición; no hagáis caso a lo que veis porque ese tramo de la llegada fue el único en el que corrimos salvo una pequeña bajada en la que intentamos hacerlo y también nos perdimos (suerte de que por allí andaba Nere para advertirnos del error). Desde ese momento se ha convertido en cita obligatoria de todos los agostos Albentosinos el que una representación del pueblo haga acto de presencia en las calles de Mosqueruela para dar cuenta de las sucesivas ediciones de la Sus Scrofa. La liturgia comienza con la cita en la plaza del pueblo, sigue con la llegada y el aparcamiento en la misma zona, la recogida de dorsales previa subida de la cuesta que acabará por convertirse en la recta de llegada, el cortado en el mismo bar y después de todo a tratar de correr por los senderos de Mosqueruela.
Año 2009, Segunda Sus Scrofa. 4.22
Y así ha sido, año tras año, desde ese 2008. En la segunda edición, año 2009, tuvimos la ausencia de Ángel, de quien nunca más se supo y una marca de 4.22 contempla mi participación. Para el 2010 solamente nos acercamos David y yo; ese año, con la inercia de la MiM todavía haciéndome rodar como una moto, con la sola compañía de David y a pesar de una inoportuna torcedura por el km doce, el tiempo fue de 3.48. Así nos plantamos en el 2011 donde acompañado por Pepe y por David volví a la senda de las cuatro horas, en concreto 4.16. En fin, como podéis comprobar en esta breve recopilación, cuatro años después de aquel primer viaje hasta Mosqueruela solamente David y yo habíamos conseguido mantener el ritmo y completar todas las ediciones de la carrera de Mosqueruela. Y doy fe de que no había sido fácil, son fechas complicadas para preparar cosas así y además alguna que otra celebración había puesto en peligro mi participación en la misma, especialmente la del 2010.
Año 2010, Tercera Sus Scrofa. 3.48
Es por eso que desde hace varios meses teníamos decidido los dos completar el círculo participando en la quinta edición que se disputaba este año. Y así fue, a pesar de que el estado físico no era el más adecuado (estas fechas no son las más recomendables para meterse entre pecho y espalda treinta y dos km) el pasado sábado casi como un ritual, y acompañados por Pepe, nos plantábamos en Mosqueruela para disputar la quinta edición de la Sus Scrofa y hacerlo como buenos chicos, juntitos y llegando de esa guisa a meta, sin importar ni tiempos ni sensaciones, simplemente para acabar la carrera. Y como siempre, en la previa de la carrera cumplimos con esa liturgia que anunciaba anteriormente y que nos llevaba hasta el momento de la salida, esta vez con el dorsal número uno (ansioso que es uno a la hora inscribirse) y después de comprobar una afluencia menor a la de años anteriores, espero que circunstancialmente, y de saludar a numerosos amigos del mundillo (Teo, Wushi, Ayacucho, Sofi, Nacho en labores organizativas, Ezequiel, Esther, Silvia Marimón, Alfonso e Inma, y muchos más que como siempre me dejo en el tintero, incluyendo a quien se me presentó en la salida y del que no recuerdo el nombre.

Todas las conjeturas apuntan a que Mosqueruela procede de "mosquera". Una mosquera es un descansadero de ganado trashumante, un punto de parada para descansar, abrevar y refugiarse del calor; normalmente se corresponde con un área arbolada y una fuente y se localiza, lógicamente, en el trazado de las vías pecuarias utilizadas para el desplazamiento. Todas estas condiciones se cumplen en la ubicación actual de la población, sin olvidar que los pastizales de verano a donde debían trasladarse los rebaños trashumantes se localizan a media jornada del lugar. En cuanto al por qué se denomina mosquera a un descansadero de ganado, la explicación es obvia para quien haya tenido ocasión de refugiarse junto al ganado a la sombra de un sestero: si algo abunda son las moscas. Moscas que, precisamente, estuvieron desde el inicio representadas en el escudo de la Villa.
a villa de Mosqueruela fue fundada en 1265 por orden del rey Jaime I, a fueros y costumbres del poderoso Concejo de Teruel. Aunque ya antes existen referencias documentales: la Mosquerola (1203), la fuente de la Mosquerola (1204) y castelli de la Moschorola (1208).
Mosqueruela consigue de inmediato un gran desarrollo. A lo largo del siglo XIII y primeras décadas del XIV, fue frecuente la presencia de la villa en la documentación de la Cancillería Real Aragonesa, debido principalmente a los conflictos de pastos que tuvo con la poderosa Casa de Ganaderos de Zaragoza. Estos conflictos fueron frecuentes durante casi todo el siglo XIV, sobre todo los generados entre la sesma del campo de Monteagudo, a la que pertenecía Mosqueruela, y las villas levantinas de Castellón y Villarreal, y solían consistir en hechos, prendas, reprendas y agresiones de los habitantes de Mosqueruela a los ganados y pastores levantinos y sus consiguientes procesos judiciales. Esta serie de conflictos finalizó en 1390 con la sentencia arbitral de Villahermosa, que gesto las normas por las que iba a regirse la ganadería extensiva de una extensa región.
Durante estos siglos, el término municipal de Mosqueruela se va poblando de numerosas masadas y en 1333 se consigue la adhesión de los términos del Castillo del Mallo, tras una dura pugna con sus vecinos de Villafranca del Cid (Castellón). Mosqueruela va desarrollando una intensa actividad relacionada con la ganadería y el comercio de la lana.
Fue hacia finales del siglo XIV cuando estalla la guerra de los Pedros (1356-1369) con Castilla, guerra que resulta beneficiosa para Mosqueruela y sus vecinos, fieles al rey Pedro IV. No fue ocupada y como premio recibió la titulación de villa (1366) y el privilegio de celebrar ferias y mercados, además la Comunidad de Teruel pasa a denominarse Comunidad de Teruel y Villa de Mosqueruela, siendo esta cabecera de 65 aldeas dependientes. No hay que olvidar que la villa, desde este momento, tuvo jurisdicción civil y criminal propia. A lo largo de la historia formó parte de la red de aduanas del Reino y como villa de realengo tuvo representación en las Cortes.

Siempre detrás de David....
Total que poco antes de las ocho de la mañana de un caluroso dieciocho de agosto de 2012 tres gallardos zagales de Albentosa (además de David y yo contábamos con Pepe) nos ubicábamos en la línea de salida, esta vez en dirección contraria a lo que había sido norma hasta este año para vencer al calor y a las dificultades que la carrera nos iba a poner. Para esta cinca edición lo más destacado era el cambio en el recorrido, una modificación que es sencilla de explicar ya que íbamos a hacer el mismo recorrido pero en sentido contrario al tradicional. A priori ello evitaba el calor del final de la prueba en el campo de tiro pero seguro que nos deparaba sorpresas con las que antes de empezar no contábamos. En el momento de la salida David y yo impusimos esa marcheta que no nos impidió situarnos en la parte media del grupo en ese paseo inicial por las calles del pueblo. Fue un agradable paseo de un kilómetro que nos dejó a las faldas de la subida a la ermita que se divisa desde el pueblo (no recuerdo el nombre) y de la que a fuerza de maldecir esa bajada todos los años no pensaba que fuera a hacerse tan corta. Cierto es que en cuanto llegamos allí obligué a David a poner pie a tierra y a caminar hasta arriba y eso evidentemente suaviza cualquier perfil. Pero bueno enseguida llegamos arriba, de inmediato la breve bajada hasta la carretera, nuevo ascenso que nos lleva hasta el campo de tiro y a partir de ahí lo que imaginaba como la parte más suave de la carrera. Al acabar la segunda "subidita" ya nos habíamos plantado en el kilómetro tres a un "prudente" ritmo de caracol que marcó el 7.31 en el primer aviso del Garmin. Y cuando pensaba que tocaba disfrutar de un tramo completo mis piernas me dejaron claro mi error... ¿he dicho piernas?, si es así es un error porque esas se quedaron en algún punto de la carretera que une Mosqueruela y Albentosa, imagino que como consecuencia de una semana cargadita en kilómetros, que no en intensidad, y lo que tenía en su lugar eran dos palos que me impedían siquiera rodar con cierta naturalidad. En esas condiciones el tránsito por el campo de tiro y lo siguiente hasta la bajada hacia las Truchas fue un querer y no poder así que al final optamos, yo por necesidad y David por compañerismo, por seguir mucho rato en plan senderista. Así, en estas condiciones, el segundo aviso del Garmin que debería haber marcado ritmos en cincos medios se quedaban en unos discretos 6.19. Afortunadamente poco después del seis empezaba un prolongado descenso hacia las Truchas en el que nos sentimos cómodos, aunque sin forzar lo más mínimo en ritmos suaves y tratando en lo que a mí respecta de encontrar al menos una pierna. Llegados a bajo parecía que me encontraba mejor pero fue volver a la realidad del llaneo y nuevamente perder las piernas así que sabedores de que pronto empezaba la primera parte de ascenso decidimos seguir con nuestra ruta andarina salpicada por algún trote cochinero y así llegamos hasta el avituallamiento situado a los pies de la esa subida anunciada.
Y la subida se presentó para acabar definitivamente con mis maltrechas piernas. A duras penas podía seguir el ritmo de David (si lo hacía es porque iba esperándome) así que solamente quedaba que ir dando cuenta de los kilómetros, todavía muchos que quedaban, hidratarme bien para soportar un calor asfixiante y tirar de coco para no acabar de hundirme en la miseria. En estos momentos ya el tiempo no tenía ninguna importancia y ya digo que se trataba de disfrutar al máximo dadas las condiciones. Además otra sombra empezaba a cernirse sobre el dúo que formaba con David, quien andaba preocupado no sin razón porque no conseguía romper a sudar. Bien, así fuimos dando cuenta de esta primera subida importante que nos llevó hasta el doce y medio con dos kilómetros finales realmente exigentes. Sin solución de continuidad dos kilómetros más de bajada, uno más de falso llano y de pronto un muro de apenas quinientos metros pero un desnivel importante que seguía recordándome mi estado. Y así llegamos al avituallamiento del diecisiete (algo más) donde David me esperaba y en el que me hidraté todo lo bien que supe, me preparé un botellín con un gel y con sales y de nuevo adelante a afrontar casi siete kilómetros que nos llevaría cruzando el Pinar Ciego hasta la torre de vigilancia del Pinar que hasta el año anterior era el final de la primera subida de la carrera. Sorprendentemente, sin ir fino en ningún momento, a medida que íbamos consumiendo kilómetros parecía que mis piernas iban mejorando muy poquito a poco y de hecho el último tramo de subida hasta la torre fue lo mejor de la carrera. Pero también es cierto que íbamos preocupados con el tema de David; de hecho creo que ya en este momento empezaba a flaquear un poquito. Llegados arriba, cerca del kilómetro 24, tocaba disfrutar un poquito por las Bramaderas para enfilar poco después el descenso hacia el Mas de Gil, peligroso en la zona de las Piedras y complicado en lo siguiente para las dos maderas que tenía como piernas.

De remate unas escalericas...
Aquí parecía que la cosa iba a ir a mejor; alcanzamos el avituallamiento situado a cinco kilómetros de meta y al menos yo pensaba que lo que quedaba era básicamente un agradable paseo hasta Mosqueruela con una bajada final algo complicadilla. Nada más lejos de la realidad. En el veintiocho nos esperaba una última subida de kilómetro y medio con un desnivel considerable lo que unido al calor hizo que David reventara. Yo creo que fue un corte de digestión pero el caso es que cuando nos quedaban quinientos metros de subida a David le pilló el hombre del mazo. En adelante todo fue difícil, muy difícil; a pesar del punto de avituallamiento que teníamos a falta de dos kilómetros de meta, la bajada que nos esperaba no ayudaba; entre el pajarón de David y mis dos palos debíamos parecer todo menos corredores. De hecho David no pudo trotar ni siquiera el tramo de descenso por asfalto hasta el tramo así que hubo que armarse de valor y encomendarse a alguna virgen para que la cosa no fuera a mayores y, muy poco a poco, nos plantamos en esa cuestecita que conduce a meta donde haciendo un esfuerzo trotamos con la satisfacción de haber completado nuestra quinta Sus Scrofa. El tiempo, lo de menos, 4.21...

Bien, balance agridulce por los problemas físicos que tuvimos los dos aunque al final cumplimos como machotes y alcanzamos el objetivo. Buena organización en líneas generales y después del patiment un bañito en la piscina, menos fría que de costumbre y rumbo a Albentosa a celebrar el cumple de mi princesita de seis años. Al año que viene iremos a por la sexta, claro, pero mientras os dejo los enlaces de siemrpre. Gracias a todos los que año a año nos permitís disfrutar de los parajes de Mosqueruela.


Perfil de la carrera en Wikiloc

jueves, 16 de agosto de 2012

Los toros desde la barrera; I Carrera x Montaña de Albentosa (12/08/2012)


Cortesía de Javier Yaya, aquí tenemos el podium
en categoría absoluta femenina de la I CxM Albentosa
He elegido el podium femenino en categoría absoluta como imagen inicial de esta nueva entrada porque creo que puede simbolizar perfectamente un punto y seguido en lo que ha sido la organización de la primera edición de la Carrera x Montaña de Albentosa, evento en el que nos hemos embarcado un pequeño grupo de entusiastas corredores habituales del trail y cuya celebración refleja más de dos años de inquietudes y anhelos por conseguir que en nuestro pueblo, para unos el de verdad y para otros como agregados, pudiera disfrutar de lo que implica la celebración en un pequeño pueblo de una carrera de montaña. Todavía recuerdo como si fuera ayer el germen de lo que el pasado domingo acabó convirtiéndose en un sueño hecho realidad; el amigo Pepe Alegre, desde su experiencia en la organización de la Perimetral de Javalambre, comentó la ilusión por que su pueblo tuviese su propia carrera de montaña y a partir de ese momento, con alguna que otra discontinuidad, ese pequeño grupo de valientes del que no dará nombres por no dejarme en el tintero a nadie empezó a trabajar para prácticamente un par de años después poder ofrecer a nuestro pequeño pueblo una experiencia que, creo, no podrá olvidar en mucho tiempo.

Esta otra, cortesía de Javier Serra, nos muestra
la imagen de la carrera, todo un éxito que debemos
a Beatriz Bertolín
Albentosa se encuentra al sudeste de la provincia de Teruel, dentro de la Comarca Gúdar-Javalambre. Los actuales 310 habitantes se reparten entre cinco núcleos urbanos. El principal es Albentosa, junto a la Venta del Aire, Estación de Mora, Fuen del Cepo y los Mases.
Tan solo 50 Km. separa Albentosa de su capital Teruel. Respecto a Valencia son 96 los Km. a recorrer por la Autovía Mudéjar (A-23), que enlaza Teruel con Valencia. Las dos ciudades se encuentran comunicadas también por ferrocarril con Albentosa, mediante la estacion de Mora de Rubielos.
Para los más curiosos resulta de interés aproximarse al origen del topónimo Albentosa, el cual tiene reminiscencias árabes. Su nombre figura por escrito por primera vez en los Anales de Zunta, cuando en ellos se hace referencia a los límites de los estados de Aragón durante el reinado de Jaime I.
El vestigio más antiguo sobre doblamiento en el término municipal de Albentosa se localiza en un asentamiento del calcolítico. Se trata de los yacimientos del Cerro del Molino y el del Morón Royo.
Más tarde, y de época ibérica se han descubierto yacimientos arqueológicos en la zona de Ituelo y en la del Cerrito de Más Blanco.
De época romana, parece ser que en la zona de la Piedra del Águila se han hallado restos de una calzada romana.
Durante la ocupación y asentamiento musulmán, Albentosa fue punto intermedio entre el Reino Taifa de Albarracín y la colonia morisca del castillo de Bejís y Montán, aunque los bereberes ya estaban establecidos con anterioridad en la zona con las familias Banu Razin y Banu Hu, ambas de origen y procedencia cordobesa. En aquel momento Albentosa contaba con 70 personas que ocupaban un total de 15 casas, pertenecientes todas ellas en su conjunto al Reino de Albarracín, allá por el año 1106. En el año de 1145, Albentosa pasó a pertenecer al Rey moro de Valencia, Abu Said.
Más adelante, su posición en el extremo del Reino, hizo que Albentosa representara un papel relevante en la Edad Media. En 1196 pasó a manos de los Templarios mediante la Orden del Temple a raíz de una cesión del rey Alfonso II. En 1233 fue perdida en beneficio del rey moro de Segorbe. Finalmente, y ya en 1242, pasó a integrarse en la Corona de Aragón bajo el mandato de Jaime I.
Resulta destacable el hecho de que durante los siglos XII y XIII, existió en Albentosa la Real Cofradía de Nuestra Señora de los Ángeles, una de las más antiguas de la actual provincia de Teruel. De ella podían formar parte tanto hombres como mujeres, siendo su finalidad ejercer la caridad entre sus asociados, asistiendo a enfermos, socorriéndoles pecuniariamente y solemnizando sus entierros y funerales. El propio rey Jaime I, se hizo cofrade para poder asistir a las omnímodas cenas que se celebraban. En uno de sus pasos por el municipio, cedió a cambio a Albentosa, entre otros presentes, el Molino de Arriba, de propiedad real hasta ese momento.
Posteriormente, durante la época feudal, Albentosa pasó por las manos de varios gobernadores como la Familia Carrascosa hasta que en 1509 fue cedida al Conde de Aranda.
Cabe remarcar la notable importancia de Albentosa durante la guerra de la Independencia por su situación estratégica a caballo entre el litoral valenciano y tierras aragonesas.
Durante las guerras carlistas Albentosa y sus alrededores sufrieron cruentas batallas protagonizadas por el general Cabrera y el general Pavía. Una de las consecuencias más desastrosas fue la completa destrucción del barrio de Fuen del Cepo.

Pasó el tiempo y llegó el 2012 y con él el empujón definitivo a la organización de esta primera edición de la Carrera x Montaña de Albentosa. Después de darle muchas vueltas, a la cabeza y al término, conseguimos dar forma al recorrido de la misma, recorrido que todavía tuvo alguna variación que consiguió darle a la carrera un contenido más montañero al inicialmente previsto. Una vez definido el recorrido empezamos a darle forma al desarrollo del resto de aspectos de la carrera: difusión, patrocinios, cartelería, etc. Debo confesar que en algún momento del año llegué a pensar en que finalmente nos quedábamos sin carrera para el 2012. Unamos el factor "poca gente" al factor "estamos muchos fuera del pueblo" y ello daba como resultado un resultado de "poco avance". Sin embargo poco a poco conseguimos dar forma a las cosas y nos pusimos manos a la obra para dar difusión a la carrera y tratar de conseguir una participación interesante para esta edición. Las cosas fueron lentas pero el caso es que al final, casi sin darnos cuenta, llegó el verano y, sin solución de continuidad, nos plantamos en la semana de la carrera. Personalmente han sido días estos últimos de mucho trabajo pero de una inesperada tranquilidad, al menos hasta el día de la carrera. Todos los detalles iban quedando cerrados y sin pausa el círculo iba cuadrando. Y así, con algún que otro susto en forma de no haber pensado en algún detalle (o no haber sido capaces de resolverlo con anterioridad) nos plantamos en el día H, 12 de agosto de 2012, en el que todo el trabajo tendría reflejo, positivo o negativo en una carrera que ahora sí, no tenía marcha atrás.

12 de agosto de 2012, 06.00 a.m.
Con el cielo todavía sin clarear tocaba diana y había que arrancar con energía para intentar cerrar esas cosas de última que inevitablemente sabíamos que iban a aparecer. Enseguida nos pusimos manos a la obra con la gente de la Comarca Gúdar-Javalambre para dar forma a la salida con las vallas el arco de salida/meta y el cronómetro de manera que cuando empezasen a llegar los protagonistas estuviese todo en su sitio. Problemas de última hora con el sistema informático retrasaron todo un poquito pero al final poco a poco, ambientados en todo momento por Jaime, espiquer.com, las cosas acabaron por salir y cuando empezaron a  llegar los corredores ahí estábamos para recibirlos con la mejor de nuestras sonrisas y el ánimo de ofrecerles una buena mañana de montaña. A medida que fue clareando quedó evidente que el calor nos iba a dar una pequeña tregua y que no iba a ser tan fuerte como se esperaba (hasta en eso tuvimos mano, jeje). Y empezó el desfile de correrdores, algunos, los menos, desconocidos para mí, pero la mayoría amigos y conocidos a los que no me queda otra que agradecerles el habernos acompañado en el nacimiento de nuestra carrera de montaña. Me permitiréis que no cite a nadie porque esta vez sí que eráis muchos y os dejaré en el camino pero vaya desde aquí mi eterna gratitud a todos los que estuvisteis aquí apoyándonos de igual manera que la traslado a los que sin poder asistir estuvisteis en todo momento dando ánimos desde las redes sociales en los meses anteriores a la carrera.
Con Leyre, que estaba vez defendía
el "honor" familiar
Y casi sin darme cuenta llegó el momento; me costó mucho pero pude evitar situarme en la línea de salida dispuesto a correr.... el momento de la salida fue uno de los más emotivos para mí. Por un momento pude olvidar los problemillas y las tensiones de última hora y centrarme en ver salir a la gente hacia lo desconocido, a dar buena cuenta del recorrido que les habíamos preparado. Una vez dada la salida otra vez a centrarme en tratar de atender los detalles que iban surgiendo de manera inevitable. Primer susto del día cuando una llamada me traslada que en el primer avituallamiento se habían quedado sin agua... Imposible!!!!. Afortunadamente fue una falsa alarma y había líquido de sobra. Segundo susto cuando me comunican que algunos corredores se estaban perdiendo en un punto concreto (pedimos disculpas por ello aunque creo que en general el marcaje tenía pocos defectos), Y así llegaron las carreras infantiles así que por un momento volví a desconectar para tratar de disfrutar de las caras y de las carreras de los más peques, entre ellos mi niña, Leyre, que volvía a ponerse un dorsal (creo que la foto lo dice todo). Después del subidón a seguir con la tarea. Poco a poco llegaban noticias de la carrera, meta volante, primer avituallamiento, cierre del segundo control, más pasos por avituallamientos. Afortunadamente las noticias eran siempre normales, sin incidentes, así que poco a poco fui relajándome y disfrutando del espectáculo. Y así, casi sin darme cuenta, a la par que acababan las carreras infantiles, se plantaba en meta el primer campeón de la CxM Albentosa, el amigo Juan Navarro, la abuela, que está que se sale.

Parte de los artífices de esta primera edición de la CxM Albentosa
Cortesía de Javier Serra
Y aquí sí que fue casi una liberación. Desde la llegada del primer corredor todo fue un rosario de emociones; desde ver la entrada de un campeón, bueno de todos los campeones, la de Pepito, primer local, la de Miguel que me llenó de orgullo y emoción... en fin, la de tantos y tantas amigos y amigas. En el momento de la llegada se trataba de intentar que tod@s estuvieseis como en casa: bebida fresca, bocata de jamón, de Teruel, claro, y un avituallamiento surtidito para que los héroes del día repusiesen fuerzas antes de un reparador baño en nuestras fresquitas piscinas. Y así hasta el final, ahora sí disfrutando como un loco: entrega de premios, con algún que otro descuido y subidón final como veis en la foto. En fin, qué más se puede decir; las palabras que hemos recibido por parte de los corredores el mismo día y los siguientes son recompensa más que suficiente para todos los que nos hemos currado este evento. Solamente puedo agradecer a los patrocinadores, colaboradores, corredores, voluntarios y demás gente el apoyo recibido para hacer realidad este sueño. Pero sobre todo quiero dar las gracias a un pueblo, entero, volcado con SU carrera y que, debo confesar, me sorprendió gratamente con su entrega desde primerísimas horas de la mañana. GRACIAS a todos y, por supuesto, amenazamos con volver. Anotad esta fecha....

11 de Agosto de 2013, II CxM Albentosa
Prometemos más y mejores cosas y como decíamos antes de esta primera edición, ¿os lo váis a perder?

Y para acabar, a falta de tracks de mi participación y demás cosas habituales, con la venia del maestro Kike Gallego, la carrera desde dentro. ¡Espectacular!




viernes, 3 de agosto de 2012

Para combatir el calor corremos de noche; 3ª Carrera Nocturna Villa de Tuéjar


Cartel de esta tercera edición de la
Nocturna de Tuéjar
Una vez más la semana se había mostrado como complicada y poco motivadora a la hora de salir a correr. No voy a insistir en esos problemas que ya todos conocéis pero lo cierto es que al final, después de un inicio prometedor que llegó hasta el martes, ni miércoles ni jueves ni viernes hubo salida a mediodía y el trabajo engullió todo el tiempo esos tres últimos días. Además era semana de traslado; en esa ruta de nómadas en que se convierten lo veranos para la familia tocaba volver a cargar trastos en el coche, dejar de lado Benicàssim y, previo paso de un día por Valencia, instalarnos para lo que resta de verano en Albentosa donde además a partir del miércoles se desarrollaban las fiestas patronales. El resultado de todo esto no podía ser otro que el de llegar al viernes completamente agotado y con ganas de descansar. Y claro, a la hora de descansar, ¿qué mejor manera de hacerlo que haciendo una carrerita para desconectar aunque sea por un rato de todo lo demás. Y es que para esta semana tocaba empezar el periplo runner en una poco habitual "modalidad" de carrera nocturna que me trasladaba a tierras de Tuéjar donde siempre soy bien recibido y mejor tratado. Finalizada la semana laboral y con dos "cortas" semanas de vacaciones por delante, apenas tuve tiempo de acercarme a Valencia a recoger cuatro trastos para llevar al pueblo y casi de inmediato preparar la ropa de correr, coger el coche y dirigirme hacía Los Serranos por enésima vez este año. Resulta siempre agradable poder acudir a esta zona de Valencia para hacer lo que más me gusta. Como ya he dicho antes, y sin saber exactamente porqué, el trato que recibo de la gente de la comarca es espectacular y creo que es de ley corresponder acudiendo por allí siempre que se puede a colaborar de alguna manera en todo el elenco de actividades que realizan y tratar de agradecer de esta manera todo el esfuerzo y el cariño. En esta ocasión la tarde-noche amenazaba con regalarnos una espectacular tormenta; en el momento de salir de Valencia a lo lejos negras nubes se alzaban amenazantes sobre el horizonte y hubo un momento en que pensé en que iba a ser inevitable que acabase por descargar. Desafortunadamente al final fue una noche más sin lluvia, al menos mientras yo anduve por allí y pudimos correr sin mojarnos.

Aunque en esta ocasión la carrera no se desarrollaba por la zona, el nacimiento del Río Tuéjar es una de las zonas más características de esta localidad valenciana; el lugar en el que la Rambla de Arquela se convierte en el Río Tuéjar es un punto de elevado interés ambiental. Riberas y montañas confluyen creando un espacio único que alberga abundantes especies animales y vegetales. Encontramos 613,25 hectáreas en las que la abundancia de agua, los contrastes climáticos entre zonas de solana y umbría, así como las diferencias en los suelos favorecen que nos encontremos con un variado mosaico de paisajes matizado por las actividades humanas tradicionales. Esta importancia ecológica se ve reforzada por la presencia de la Microrreserva de Flora “Riveras del Tuéjar” dedicada a proteger el bosque de ribera de la zona, que se caracteriza por la presencia de tamarindos, adelfas y diferentes géneros de sauce y chopo entremezclados con otras especies como la sabina o las secuoyas, de las que aquí podemos encontrar uno de los pocos bosques en la península. Además de la flora podemos disfrutar de una abundante fauna de invertebrados terrestres y acuáticos acompañados de truchas, barbos, culebras bastardas, serpientes de escalera, ginetas, tejones, conejos, zorros, jabalíes, ciervos, cabras montesas y abundantes aves y rapaces.
El paraje cuenta además con una rica historia que va desde las pinturas prehistóricas de los Corrales de Silla haasta la actualidad, con interesantes monumentos de diferentes periodos: la Presa Romana y el acueducto de Peña Cortada, el Azud medieval, el Molino Marco, el Puente de Tudela. junto a ellos encontramos un rico patrimonio etnológico de acequias, muros de piedra, corrales y huertos tradicionales. la construcción más destacada es el nevero.
Dentro del paraje podemos encontrar dos áreas recreativas: El Azud y la Fuente del Saz, que contribuirán a hacer más agradable nuestra visita, facilitar nuestro descanso y ocio. El paraje municipal se puede recorrer de norte a sur siguiendo el PR-V93 y su variante el PR-V93.1.

Momentos previos a la salida
Después de un corto trayecto amenizado por el "fiasco" de la pareja española de dobles en Londres y por la espectacular plata de Mireia Belmonte me planté en la zona de la carrera donde enseguida me "recibió" el omnipresente Emilio Illueca, alma mater de esta carrera y de otras que se desarrollan en la localidad. Siempre es agradable encontrarse con amigos así que una breve charraeta fue el preludio de la carrera. Poco antes de empezar un "sutil" calentamiento puso las piernas en situación para dar cuenta de los diez kilómetros que, frontal en frente, nos esperaban a los más de trescientos "locos" que nos dimos cita en las calles de Tuéjar. Bastante gente conocida en la salida aunque de todos ellos destacaré a Laura, del C.A. Correeliana, más que nada porque en los primeros compases de la carrera se convirtió en inesperada liebre, algo que finalmente acabé por pagar. Poco a poco se iba acercando el momento de la salida así que tocaba ubicarse en la misma y esperar el "disparo" de inicio. Con el recorrido memorizado según la descripción de Emilio, me quedaba la duda de cómo sería esa cuesta que nos esperaba entre poco más del dos y el cinco y que según Emilio era corredora. Por ello en principio la idea era salir de menos a más, con la sana intención, como siempre, de disfrutar del placer de correr, y más en esta ocasión al ser de noche y con la necesaria ayuda de frontal. Sin embargo, como anticipo antes, la posición en la salida me jugó una mala pasada al estar cerca de Laura lo que me hizo decidirme a salir detrás de ella mientras el cuerpo aguantase. Dicho y hecho; a pesar de que mi estado de forma no me permite esos excesos desde el momento de la salida me ubiqué tres-cuatro metros detrás de Laura y de Víctor Cerdá, que le acompañaba en todo momento, y con ellos como referencia fuimos desgranando la parte inicial de la carrera, que hasta el kilómetro dos transcurre en un descenso cómodo y no demasiado pronunciado que aprovecho también para tratar de acostumbrarme a la luz del frontal que hacía frente a la creciente oscuridad. La verdad es que sorprendentemente me encontré bastante cómodo en estos dos primeros kilómetros que recorrimos en 4.08 y 4.10 respectivamente y con la sensación personal de tener margen de mejora. Sin embargo pronto vendría el circuito a ponerme en mi sitio. Finalizado este primer tramo, un duro repecho de cien metros nos introduce  en lo que iba a ser una subida de un par de kilómetros que nos llevaría hasta el kilómetro cuatro doscientos. Desde el primer momento noté que las piernas no venían preparadas para esa subida así que traté de bajar el ritmo y regular la misma. Sin embargo antes de lo deseable dije basta y empecé a caminar, de manera que toda la subida fue un continúo alternar entre la carrera, que cada vez era de menor distancia, y la caminata. Ante esto solamente quedaba fijarse en los detalles de una carrera nocturna y tratar de seguir disfrutando. Y eso hice hasta llegar al final de la subida, que como ya he dicho nos dejaba poco más allá del kilómetro cuatro. Los parciales de estos dos kilómetros, 6.13 y 7.39 dan buena fe de ello.

Llegados arriba quedaba otro kilómetro de moderado descenso (falso llano) que intenté que sirviese para volver a recobrar sensaciones en las piernas y que transité en 6.21, tiempo que incluye la última parte de la subida. Llegados a mitad de carrera pude comprobar, siguiendo la luz de los frontales de los corredores que me precedían, por dónde se desarrollaba la siguiente parte de la carrera, en un descenso en zig-zag que aproveché para adelantar algún que otro corredor y buscar poco a poco un ritmo que me llevase hasta meta.  Hasta el kilómetro ocho y medio la carrera nos llevaba cuesta abajo, de manera más o menos clara hasta el siete y con mucha menos claridad hasta ese punto del ocho y medio. Aquí tocaba correr, siempre con cuidado de no tener algún problemilla con el terreno ya que habíamos abandonado el asfalto y compartir la experiencia y los comentarios con la gente que formaba el grupeto en el que me ubicaba. Un par de parciales clavados en 4.34 y 4.35 me dejaban en el siete y otro de 5.07 en el ocho. Este último parcial era consecuencia de haber bajado algo el ritmo porque las piernas así lo pedían y para prepararme para la parte final de carrera que, siguiendo una pura lógica, nos llevaría con casi total seguridad nuevamente hacia arriba. Y así es, a lo largo del kilómetro nueve un par de repechos de cierta consideración nos mantenía alerta y nos  castigaba las piernas, de manera que este noveno parcial volvió a estar por encima de los seis minutos. Llegados aquí me debía un último esfuerzo a pesar de las menguadas fuerzas y de que el camino seguía marcando, como antaño sucedía con el IBEX, "tendencia alcista". A pesar de ello me dejé llevar por un grupillo que me dio alcance y el último parcial lo completé en 5.19, de manera que el tiempo en meta fue de 54.14, algo mejor de lo que pensaba antes de llegar a Tuéjar.

Bien, se trata de una experiencia diferente que te obliga a estar muy atento porque al no transcurrir en su totalidad por asfalto, lo irregular del terreno puede llevar a sufrir algún accidente desgraciado. Pero en general se trata de una buena carrera, con un inmejorable ambiente en la salida y meta del que no pude disfrutar cómo me hubiera gustado porque me tocó salir pitando hacia Albentosa a tratar de disfrutar un poquito del viernes de fiesta y todavía me quedaba un trecho para llegar. Enhorabuena a todos los que de una u otra manera formaron parte de la misma, corredores, organización, voluntarios, ... y espero que esta semana que entra sea provechosa y cumpla las expectativas. Tengamos en cuenta que al margen de las salidas previstas, el fin de semana doblaré de una manera diferente: el sábado estaremos por Eslida en su Volta a les Fonts, que ya viví un par de veces, la última de ellas en el 2010, y para el domingo toca debutar como organizador en la I Carrera x Montaña de Albentosa. Esperemos hacerlo la mitad de bien que esta gente de Tuéjar porque sólo eso ya sería sinónimo de éxito en la organización. Ya os contaré. Mientras os dejo los habituales enlaces.



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